Contiguo al río Fonce, en la ciudad de San Gil se encuentra El Parque Natural el Gallineral, uno de los lugares turísticos más visitados de la ciudad desde 1985, que por su diversidad en flora y fauna sorprende al visitante. El escritor Rito Rueda lo describe como “un lugar donde la naturaleza hizo un esfuerzo por devolverle al hombre el Paraíso Perdido”.
Las ardillas de cola roja que rodean las grandes ceibas son una las especies más representativas y queridas. Ese lugar he sido su hábitat natural, incluso desde antes que se constituyera como Parque.
La ardilla roja es un aminal muy sociable y simpático, acepta la presencia humana sin dificultad, curiosear es algo que les apasiona. Cuando llegan visitantes generalmente bajan de las grandes ceibas para interactuar con ellos y recibir sus frutos secos.
El avistamiento de aves es la atracción turística más importante del Parque, se pueden observar diferentes especies, entre ellas, a la guacamaya llamada “Lola” que habita ahí desde hace 12 años, luego de ser rescatada por un programa de recuperación de aves.
Entre la vegetación y flores silvestres que enmarcan los caminos empedrados e invitan al visitante a disfrutar del ambiente fresco y hermoso, se puede divisar a la Alpinia Purpurata, conocida por ser donde los colibrís reposan sus alas.
La bromelia guzmania adorna los puentes coloniales del Parque, pertenece al clima tropical y templado-cálido, le cuesta mucho florecer, sin embargo, cuando lo logra, es fuerte y resistente a la naturaleza.
Escondida entre la vegetación se encuentra otra especie de la familia bromeliaceae en proceso de antesis. Son muy valoradas por su gran valor decorativo y su llamativa inflorescencia otorgada por los colores muy vistosos.
Entre los árboles de tamaño mediano y pocas veces al año, en el Parque se puede divisar un resplandeciente panorama con la cassia floreada. El amarillo de sus flores combina con el sol del atardecer.
